Introducción
Por años se aseguró que este mundo sería cada vez menos religioso y más laico debido a la secularización en el pensamiento, pero diferentes estudios muestran algo diferente. Contrario a lo que se repitió por diferentes voces, especialmente por algunos de nuestros profesores de colegio y universidad, vivimos en un mundo más religioso y menos ateo. Esto no significa que la gran mayoría de personas están comprometidas profundamente con la religión que dicen creer, pero sí evidencia una búsqueda real y consciente de lo espiritual y trascendente, además de una necesidad de abrazar los valores que otorga el seguir una religión.
Por eso considero importante que como creyentes podamos conocer lo que otros creen, informarnos en este mundo cada vez más religioso, más globalizado e intolerante al cristianismo. Esto con el fin de tener conversaciones informadas y respetuosas con «todo el que les demande razón de la esperanza que hay en nosotros» (1 Pedro 3:15). Por tal razón, repasaremos cinco bloques religiosos y lo que creen.
Islamismo
El Islam, que significa «sumisión a la voluntad de Alá» fue fundado en el 622 d. C. por Muhammad (570-632), quien afirmó haber recibido revelaciones de Alá y que las compiló en el Corán. El Islam tiene cinco pilares: 1) la confesión de fe: «No hay más dios que Alá y Muhammad es su profeta», con la cual cualquier persona que la recita ante testigos se convierte en musulmán. 2) La limosna, todo musulmán tiene que dar entre el 2% y 3% de sus ingresos para causas islámicas. 3) El Ramadán, los musulmanes ayunan durante 29 o 30 días, una vez al año. 4) Todo musulmán que tenga posibilidades tiene que realizar al menos una vez en la vida la peregrinación a La Meca, en Arabia Saudita. 5) La oración, cinco veces al día en dirección a La Meca, ciudad santa del Islam. Aún haciendo todo lo anterior al pie de la letra, nunca tienen la total seguridad de que Alá les permitirá entrar al Paraíso.
Asuntos clave: Su dios es Alá, inaccesible e imposible de conocer. Jesús, después de Muhammad, es el mayor profeta que ha vivido, no es Dios ni Hijo de Dios. El Corán es la última revelación de Alá ya que las anteriores fueron corrompidas por el ser humano. La salvación se obtiene por obras, pero nunca alguien puede estar seguro de obtenerla.
Aclarando algunos malentendidos: no todos los musulmanes son extremistas violentos. Tal vez las noticias nos han mostrado algo diferente, pero la mayoría de los musulmanes son personas de paz, se intentan ganar la vida como la mayoría de nosotros en América Latina. Son personas muy hospitalarias, agradables y dedicados a sus numerosas familias. Además, no todos los musulmanes son árabes, la gran mayoría están fuera de lo que conocemos como los países árabes.
Según el Proyecto Josué el 24.3% de la población mundial se considera musulmán. Dentro del Islam hay dos ramas principales: sunitas o suníes (más del 80% de los musulmanes) y chiitas o chiíes (poco más del 10%). Estas grandes divisiones surgieron después del año 632 cuando murió Muhammad y sus seguidores se dividieron asegurando ambos bandos ser los continuadores de la religión. Desde entonces esa división ha causado muchos conflictos sociopolíticos.
Según algunas estimaciones, hay cerca de 1,600 millones de musulmanes que nunca han escuchado el mensaje del evangelio viviendo en 1,344 grupos étnicos diferentes. Actualmente se conocen 6 obreros cristianos transculturales predicando el evangelio por cada millón de musulmanes.
Es difícil alcanzar al musulmán por varias razones: 1) cientos de años sin conocimiento del evangelio, 2) en muchos casos estas etnias viven en lugares aislados, 3) su cosmovisión abarca la totalidad de la vida geocéntrica (lo religioso, cultural, educativo, gubernamental, etc.). Se requiere un compromiso de creyentes que se ubiquen a largo plazo en sus contextos y aprendan su cultura e idioma, además que estudien sus estructuras político-religiosas para que, al amarlos y al compartirles el Evangelio de Jesucristo, encuentren verdadera paz.
Pero hay esperanza. En los últimos años hemos visto una enorme migración de musulmanes que han dejado sus tierras por guerras, conflictos socio-políticos, oportunidades laborales y en muchos de los nuevos países hay apertura para lo nuevo, incluyendo el mensaje del Evangelio. Muchos estudiantes y refugiados han llegado a países con muchos creyentes que pueden mostrarles y compartir con ellos el mensaje del Señor Jesucristo.
Hay trabajo pendiente y esperanza. La iglesia latina puede ser entrenada por una gran cantidad de obreros transculturales conocen los contextos musulmanes y tienen experiencia ministrándoles. Unido a eso, el Espíritu Santo está moviéndose en formas maravillosas para la conversión de musulmanes en lugares muy complejos. Sigamos orando para que Dios envíe más obreros a Su mies y pueda haber una gran cosecha de salvación entre los musulmanes.
Hinduismo
Este sistema religioso dominante en la India no tiene un fundador ni profeta. Diferente a otras religiones, no tiene una estructura eclesiástica o institucional. A parte de esta premisa: «Dios es todo y todo es dios», es un sistema de creencias asombrosamente diverso. A diferencia del Islam, el judaísmo y el cristianismo que son monoteístas, la mayoría de los seguidores del hinduismo son politeístas, adoran muchos dioses. Pero en su filosofía son panteístas, creen que existe un «Espíritu Universal» que se manifiesta en forma de muchos dioses.
Se puede decir con seguridad que el hinduismo es más una cultura que un credo. El énfasis está puesto sobre la manera en que se vive más bien que lo que se cree o se piensa. El hinduismo está estrechamente ligado a la tradición, la historia y el sistema de estratificación socioeconómico de la India. Aunque también existen otros países como Nepal y las islas Mauricio con mayoría hindú.
Asuntos clave: El hinduismo cree que Dios no tiene forma, es infinito, eterno e impersonal. Creen que todas las religiones llevan al mismo dios: Brahman, quien es causa, fuente, material y efecto de toda la creación. Como medios de acercarse a lo divino han producido múltiples nombres y formas personales de Brahman.
Jesucristo vino a la tierra como un avatar tal como Rama, Krishna y Buda. Un sabio maestro humano que tuvo como fin el ayudar al mundo a avanzar hacia la iluminación y la salvación. El amplio canon hindú incluye los Vedas, las Upanishadas y otras colecciones de rituales, mantras, enseñanzas espirituales, registros históricos y escritos filosóficos.
La meta del hinduismo es realizar la propia conexión de uno con la realidad divina de Brahman, que lleva al desprendimiento de los deseos mundanales y a la libertad del ciclo de reencarnación. El hinduismo permite muchas creencias, por lo tanto, no tenemos que dar por sentado que realmente sabemos lo que un amigo o conocido hindú cree. Tenemos que esforzarnos por escuchar con atención y hacer preguntas inteligentes.
El Proyecto Josué estima que cerca de 1.2 mil millones de personas se consideran hinduistas, siendo el 15.2% de la población mundial. Según algunas estimaciones, hay más de mil millones de hinduistas que no han escuchado el mensaje del evangelio repartidos en 2,287 etnias. Se conocen 2 obreros transculturales cristianos por cada millón de hinduistas. Para alcanzarles con el Evangelio del Señor Jesucristo se necesitan creyentes comprometidos a mediano o largo plazo con ellos entendiendo que en algunos lugares el hinduismo es militante y fundamentalista con una extrema oposición contra el cristianismo en todas sus formas. Además, el sistema de castas en el hinduismo debe ser refutado con gran sabiduría y valentía, en especial por creyentes que han salido de esos trasfondos.
Hay trabajo pendiente y esperanza. En la India, enormes cantidades de personas en las castas más bajas están investigando la fe cristiana y llegando a Cristo. Uno de los desafíos es la forma de hacer iglesia, lo que va a requerir una creatividad santa y una agudeza cultural profunda. Los modelos y las estructuras eclesiásticas importadas tienen poca validez para esos contextos. Aunque la persecución es pan diario en esos contextos, el Espíritu Santo está obrando y Cristo sigue edificando Su iglesia «y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16:18).
Budismo
Fundado en el siglo sexto a. C. por Siddharta Gautama, también conocido como Buda o «el iluminado». Este sistema religioso se desarrolló de los conceptos hindúes primitivos del karma y la reencarnación revelándose en contra del formalismo religioso de los brahmanes hindúes. El budismo se encuentra en muchos países: Nepal, Sri Lanka, Tíbet, Tailandia, Vietnam, Camboya, Bután, Mongolia, y en algunas zonas de China, Corea del Sur, Japón y Rusia. Su «misionero de buena voluntad» es el Dalai Lama, líder budista.
Asuntos clave: El budismo es virtualmente ateo, se ignora el concepto de un dios. Toda realidad se ve como una ilusión. La verdad se basa en la experiencia e iluminación personal. Algunos budistas ven a Jesús como un maestro espiritual o Buda. Otros creen que alcanzó la iluminación, pero abandonó el nirvana a fin de ayudar a otros en el camino.
Casi todo budista considera como escrituras la Pali Triptaka, colección de sermones y comentarios de las enseñanzas de Buda. La salvación es considerada como el Nirvana, un estado de unidad con el universo al punto en que el ciclo de reencarnación se rompe y el «yo» deja de existir, y que se puede alcanzar solo mediante la renuncia a todos los deseos del mundo.
El Pasaporte a las Religiones del Mundo del ministerio Visión para Vivir dice que «conceptos budistas como zen, feng shui, y yin-yang, así como también muchas formas de meditación, se han insertado en nuestra cultura, aduciendo ser medios de cuidar la belleza o la salud, o ingredientes culinarios». Concretamente, el budismo es sumamente sincretista, se puede asimilar a cualquier otra creencia, y tiene una gran atracción por su aparente enfoque en la paz y la moral en el mundo occidental.
El Proyecto Josué estima a más de 500 millones de personas que se confiesan budistas, siendo el 6.4% de la población mundial. Según algunas estimaciones, hay cerca de 390 millones de budistas sin testimonio del evangelio repartidos en 227 etnias. Se conocen 13 obreros interculturales cristianos por cada millón de budistas.
Guillermo Taylor y Eugenio Campos explican que, «siendo que el budismo es sincretista, esto presenta un desafío más grande para presentar las narrativas del Dios verdadero y personal. Obreros a largo plazo son imperativos para establecer presencia, ganar confianza y obtener el derecho de hablar de su fe en Cristo».
Hay trabajo pendiente y esperanza. En países como Corea del Sur y China hay más cristianos que budistas. En ambos países los creyentes nacionales están comprometidos con la evangelización de sus conciudadanos que no tienen testimonio del evangelio. Es vital la creatividad en la obra misionera para trabajar en el mundo budista y la adaptación a las formas de hacer iglesia que sean culturalmente relevantes sin diluir el mensaje salvador del Evangelio.
Animismo
Más que un sistema religioso uniforme, el animismo es la cosmovisión que interpreta el mundo físico como interrelacionado con fuerzas espirituales. Los objetos y los eventos tienen implicaciones espirituales. El término proviene de la palabra latina ánima, que significa alma o aliento. Se refiere a lo que autoriza o da vida a algo.
Grupos animistas o, como algunos antropólogos las catalogan, «religiones tribales», creen que todos los objetos animados o inanimados están permanente o temporalmente habitados por espíritus o demonios. Estos pueden ser favorables o no y deben ser adorados o tratados con temor y respeto por quienes se acercan a ellos. Por eso, el animismo es conocido como el culto de los espíritus entre los pueblos primitivos.
Asuntos clave: Los animistas creen que un ser supremo creó el mundo pero todo es gobernado por espíritus menores que residen en objetos vivientes tanto como inanimados. Muchos de estos espíritus no son benévolos y deben ser temidos y apaciguados con rituales y sacrificios para evitar que traigan daño en individuos o grupos de gente.
Un aspecto atractivo en el animismo es que el individuo puede ser activo en la manipulación del mundo espiritual para el bien o para el mal, por tal razón se usan amuletos o rituales que conectan la realidad observable o material con la realidad inmaterial o no observable. No hay ninguna distinción marcada entre las dos realidades; lo que ocurre en una esfera afecta a la otra.
En el mundo visible, la tierra juega un papel destacado porque es considerada como una entidad viva y suele ser adorada como Madre Tierra. Los lagos, cuevas, árboles y montañas pueden ser venerados como lugares sagrados. Los animales pueden ser encarnaciones de espíritus y muchos son adorados como sagrados.
Muchos animistas piensan que después que el ser supremo los creo a ellos y a su mundo, los olvidó a todos y ya no se interesa por lo que les pase. Por lo tanto, cada uno tiene que hacer lo que pueda para estar a salvo de los espíritus. Las personas animistas muy probablemente no se considerarían parte de este sistema de creencias, pero viven en enorme temor y se sienten indefensos contra todos los poderes de la naturaleza que los rodea, por lo que es muy común que estas creencias se mezclen con otras religiones, lo cual deriva en sincretismo, una mezcla de creencias y practicas religiosas. El «cristo-paganismo» en América Latina es ejemplo de la falta de una evangelización que busca la transformación integral de las personas y los pueblos.
Es muy común que católicos, como también algunos evangélicos nominales, recurran al animismo para solucionar sus problemas personales o para salvarlos de las crisis de la vida. Pero esta es una realidad para toda religión. Debajo de la imagen formal del hinduismo, budismo y del Islam existe el mundo de los espíritus.
El Proyecto Josué estima que más de 730 millones de personas viven el animismo, siendo el 9.3% de la población mundial. Según algunas estimaciones, hay más de 161 millones de animistas que no han escuchado el mensaje del evangelio repartidos en más de 700 grupos étnicos. Se conocen 60 obreros cristianos transculturales por cada millón de animistas.
Hay trabajo pendiente y esperanza. Existen en la actualidad muchas agencias misioneras que tienen enorme experiencia ministrando entre pueblos animistas. Entre ellos están: Traductores de la Biblia, Misión Nuevas Tribus, Pioneros, Fronteras y World Team. Ministrar entre animistas requiere una profunda espiritualidad, discernimiento de espíritus y conceptos equilibrados de guerra espiritual (cf. Efesios 6:10-20).
Ateísmo
Esta palabra se compone de dos palabras del griego «a» que significa «no» y «theos» que significa «Dios». El ateísmo es un fenómeno sofisticado que cosiste en la negación de la existencia de Dios, y que solo puede darse en un contexto teísta. Ellos niegan la realidad de Dios o de cualquier principio espiritual fuera del reino de lo visible y tangible. Tuvo una expansión significativa con el racionalismo del Iluminismo y se arraigó en el celo antirreligioso del marxismo-leninismo llegando a formarse lo que algunos llaman el secularismo militante.
Por supuesto, podemos asegurar que el ateísmo no es un concepto nuevo. Ya en los salmos se da testimonio de personas que decían: «No hay Dios» (Salmo 10:4 y 14:1). Pero en la actualidad se pueden destacar algunos personajes del denominado Nuevo Ateísmo como Richard Dawkins, Daniel Dennett, Sam Harris y Christopher Hitchens.
En su libro Atheism Remix, el Dr. Albert Mohler escribe: «el Nuevo Ateísmo no es solo reafirmación del ateísmo. Es un movimiento que representa un desafío público mucho mayor al cristianismo que el planteado por los movimientos ateos de épocas anteriores… Ellos consideran que la ciencia está de su lado y argumentan que el conocimiento científico es el único conocimiento verdadero. Argumentan que creer en Dios es ignorancia organizada, que las creencias teístas conducen a la violencia y que el ateísmo es liberación».
Según el Centro para el Estudio del Cristianismo Global del Seminario Teológico Gordon Conwell para el año 2021 habían más de 147 millones de ateos y más de 731 millones de agnósticos en el mundo.
Hemos visto como el secularismo ha plagado regiones enteras que antes eran consideradas bastiones del cristianismo monoteísta como la Europa occidental y muchas grandes ciudades de Norteamérica. No es fácil comunicar el evangelio a las generaciones más jóvenes que han crecido en un secularismo abierto y celebrado. Algo muy importante a tomar en cuenta es que, detrás de estos sistemas seculares-religiosos opera el enemigo de nuestras almas, Satanás.
Hay trabajo pendiente y esperanza. El número de líderes cristianos y misioneros que han sido llamados a batallar en contra de estas religiones seculares está creciendo. En la actualidad vemos latinos saliendo a Europa para compartir la verdadera esperanza en Jesucristo. Por otro lado, la iglesia global tiene excelentes maestros en la iglesia que ha emergido del Imperio Ruso de los años 70 que sabe lo que es vivir bajo el marxismo.
Conclusión
Vivimos en un mundo pluralista y cada vez más intolerante. Pero al mismo tiempo, vivimos en una época de la historia muy emocionante. Los medios de comunicación y transporte han abierto un camino enorme para la movilización global de personas. Los avances científicos y tecnológicos aportan enormes cantidades de información para acercarnos a la realidad global de manera más acertada. Todo lo anterior se suma a un potencial enorme que tiene la iglesia en América Latina para sumarse a la tarea de la misión de Dios en dar a conocer las Buenas Nuevas del Evangelio de Jesucristo llevando así la verdad de Dios para que Cristo sea conocido y el Nombre del Padre glorificado.
Por supuesto, reconocemos que estas realidades religiosas globales necesitan mucho mayor estudio y oración enfocada. Los obreros cristianos que se trasladen a ministrar entre estas poblaciones necesitan un entrenamiento pertinente y adecuado, además de una disposición férrea para aprender nuevos idiomas, adaptarse a las culturas con una actitud de aprendiz y estar abiertos a establecer nuevas formas de hacer iglesia que hagan relevante el evangelismo y el discipulado en esos contextos.
Tenemos esperanza. Jesucristo dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado» (Mateo 28:18-20). Tenemos el mandato, la descripción de nuestra tarea como seguidores de Jesucristo. Pero no estamos solos en esta empresa. El pasaje citado termina con estas palabras: «y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20). Mientras avanzamos la misión de nuestro Señor, Él está con nosotros. En realidad, nosotros nos unimos a lo que Él ya está haciendo en cada rincón del planeta. Tenemos el privilegio de ser parte en esta gran tarea.
Referencias
- Diccionario Hispanoamericano de la Misión, Pablo A. Deiros, COMIBAM Internacional, Editorial Unilit, 1997.
- El Corazón de Dios para las Naciones, Jeff Lewis, California Baptist University, 2016.
- Gordon Conwell, Estado del Cristianismo Global, 2021: Status of Global Christianity, 2021, in the Context of 1900 –2050
- Misiones Mundiales, Guillermo Taylor y Eugenio Campos, Estudios Clase, Seminario Teológico Centroamericano, Guatemala, 2013.
- Pasaporte a las religiones del mundo, Charles R. Swindoll, Insight for Living, Texas, 2010.
- Pew Research Center, El futuro de las Religiones Mundiales: The Future of World Religions: Population Growth Projections, 2010-2050 | Pew Research Center
- Proyecto Josué, Religiones Mundiales: All Religions | Joshua Project
- Religiones del Mundo, Gerald R. McDermott, Grupo Nelson: Tennessee, 2013.
- Xplore, Centro de Movilización Misionera, CMM Press, 2017.