Según el ministerio Puertas Abiertas, más de 360 millones de cristianos de todo el mundo sufren “altos niveles” de persecución, y se calcula que sólo el año pasado murieron 5 621 creyentes por motivos relacionados con la fe.
Es esencial que nos acordemos continuamente en la oración de nuestros hermanos y hermanas perseguidos.
Por esa razón, a continuación presentamos 5 maneras de orar por la iglesia perseguida.
1. Ora por ánimo
Para la mayoría de nosotros, especialmente los que vivimos en países occidentales o predominantemente “cristianos”, es difícil imaginar el peso y la carga emocional de la persecución diaria. La presión intensa, las amenazas, el exilio, el encarcelamiento, la violencia y otras formas de persecución pueden provenir de familiares, amigos, compañeros de trabajo, comunidades y gobiernos. Es fácil que nuestros hermanos y hermanas se cansen y se desanimen.
Oremos para que se sientan animados a permanecer firmes, experimentando la alegría del Señor a pesar de las dificultades.
Versículos para considerar: Mateo 5:10-12 y Romanos 8:35-37
2. Ora por audacia
Cuando los creyentes enfrentan la posibilidad muy real de perder su familia, trabajo, libertad, o incluso su vida por el evangelio, el enemigo quiere usar el miedo para paralizar y silenciar a los hijos de Dios. Una hermana llamada Naima compartió con nosotros la historia de su padre, que la encerraba en su habitación durante días enteros sin comida ni agua. Nos compartió sobre el miedo que sintió cuando le puso una pistola en la cabeza y le dijo que la mataría si no renunciaba a Jesús. Sin embargo, el Espíritu Santo le infundió valor y nunca vaciló. Aunque su vida fue milagrosamente perdonada, Naima estaba dispuesta a dar su vida por el evangelio.
Oremos para que aquellos que se enfrentan a la persecución tengan este tipo de audacia, sin importar el coste.
Versículos para considerar: 1 Pedro 3:14-16 y Apocalipsis 3:11
3. Ora por sabiduría
Al hablar de persecución, la Biblia nos recuerda ser “prudentes como serpientes y sencillos como palomas”. (Mateo 10:16) Esto significa que aún en la audacia guiada por el Espíritu, todos los creyentes debemos ser sabios y discernir en la forma en que nos conducimos y llevamos el evangelio a lugares oscuros. Es más fácil decirlo que hacerlo.
Ora para que aquellos que viven y comparten su fe en lugares difíciles tengan sabiduría en cada contexto, conversación y decisión.
Versículos adicionales para considerar: Colosenses 4:5-6 y Efesios 5:15-16
Como Cuerpo de Cristo, debemos permanecer fieles en la oración por nuestros hermanos y hermanas que enfrentan persecución por causa del evangelio.
4. Ora por protección
Como Naima, muchos creyentes en lugares con altos niveles de persecución o en iglesias clandestinas informan haber sido milagrosamente liberados de la violencia y la muerte, ¡a menudo en el mismo momento en que se enteran de que otros estaban orando por ellos! Debido a la justicia de Cristo, nuestras oraciones tienen gran poder (Santiago 5:16), ¡así que acerquémonos al trono con confianza en nombre de nuestros hermanos y hermanas! Aunque Dios no promete que siempre nos librará del peligro, sí promete prestar oídos a nuestras oraciones (1 Pedro 3:12) y responder dentro de Su plan perfecto.
Ora por la protección y la liberación de los que están en peligro por causa del evangelio.
Versículos adicionales a considerar: Salmo 5:11 y Isaías 54:17
5. Ora por los perseguidores
Mientras oramos por aquellos que experimentan persecución, también debemos recordar orar por aquellos que la infligen. Debemos recordar que ellos están en las garras del maligno, ¡y podemos asaltar esas puertas a través de la oración! Tenemos el mejor ejemplo de esto en Jesús, que incluso mientras moría en la cruz, oró por aquellos que lo perseguían (Lucas 23:34).
Ora por aquellos que persiguen a los creyentes en Cristo, para que lleguen al conocimiento salvador del evangelio.
Versículos adicionales para considerar: Mateo 5:43-45 y 2 Corintios 10:3-5
Para terminar, recordemos que las pruebas y la persecución no deberían sorprendernos a ninguno de nosotros, porque Jesús nos aseguró que así sería. De hecho, nos dijo que el mundo nos odiaría por su causa (Mateo 10:22). Pero Él nos ofrece un gran estímulo en esto:
“Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo”, Juan 16:33.
Así que oremos por los misioneros de todo el mundo que se enfrentan a situaciones de persecución, rechazo y obstáculos para proclamar el evangelio.
Nota: Este artículo fue traducido del blog de TEAM. Puedes consultar el artículo original haciendo clic aquí.