VIDEO:
PODCAST:
Transcripción:
David Puerto:
Qué alegría estar compartiendo nuevamente este espacio, y hemos titulado esta miniserie “Temas esenciales” porque los consideramos muy importantes para nuestro desarrollo espiritual y nuestro crecimiento, pensando especialmente en aquellos que tienen aspiración de servir en el campo misionero transcultural.
Así que esperamos que esta serie esté siendo de bendición para tu vida y para tu iglesia local también, ah, como una iglesia enviadora de obreros.
Y Justin, gracias por estar con nosotros, y estoy muy contento por este tema en particular porque este tema habla del cambio, o también le podemos llamar del crecimiento, cómo cambiar.
Y bueno, tú escribiste un libro que se llama “Quiero cambiar”.
Justin Burkholder:
Necesitaba cambiar mucho entonces, por eso el libro.
David Puerto:
Ah, que habla acerca del crecimiento personal, del crecimiento en nuestra vida cristiana, nuestro caminar con Cristo. Pero vamos a aplicarlo en el campo misionero transcultural.
¿Cómo los misioneros pueden cambiar, no solo adaptarse a nuevas culturas, sino que su vida espiritual también vaya creciendo, vaya en crecimiento a la imagen de nuestro Señor y Salvador Jesucristo?
Así que, ah, ¿qué áreas de tu vida —hablándonos un poco de tu experiencia personal— ha transformado Dios durante tu servicio misionero? Y también, ah, si piensas en otros misioneros que has conocido a lo largo del tiempo, ¿cómo has visto crecimiento en su vida personal en el campo misionero?
Justin Burkholder:
Pues yo creo que lo que se puede decir de entrada: todavía hay mucho, eh, que me falta en cuanto a los cambios necesarios. Pero yo creo que, en particular, el estar en contextos fuera de, quizás, el contexto original de donde yo más he sido moldeado, formado ha sido un espejo a aspectos de mi carácter y a pecado en mi vida que en otras culturas no se hubieran visto como vicios; más bien, quizás, se hubieran visto como virtudes.
Entonces, o sea, si yo he sido moldeado mucho por una cultura estadounidense, la ambición desmedida, la impaciencia, aun el ser directo con la comunicación, todas esas cosas son virtudes en la cultura donde yo vengo en muchos aspectos.
Venir a una cultura como la de Guatemala ha servido como un espejo para ver ciertos aspectos de mi carácter que eran más pesados, más fuertes, desmedidos, y no se asemejaban a la persona de Cristo.
Entonces, simplemente estar rodeado con ojos que no comparten mis valores culturales, que no comparten mi formación cultural, ellos tienen un ángulo para ver mi vida que difiere del ángulo al cual yo venía acostumbrado.
Entonces, esta vida te expone en maneras en las que tu cultura original, tu cultura de pasaporte, no te lo va a exponer. Cosas que vas a aprender y ver de ti mismo que simplemente no los vas a ver, lo cual es un enorme regalo en este proceso de cambio, porque ya tienes mayor claridad de qué áreas necesitas pedirle más al Espíritu Santo darte su gracia para seguir creciendo en esos aspectos.
David Puerto:
Digamos entonces, utilizando una ilustración: tal vez que todos tenemos puntos ciegos, pero es muy difícil verlo cuando todos tenemos los mismos puntos ciegos.
Entonces cambiar de cultura te ha permitido ver esos puntos ciegos desde otros ángulos, que otros hablen a tu vida también y ver la palabra de Dios con estas implicaciones.
Ahora, cuando cruzas culturas, hay algunas cosas que en la otra cultura también son pecaminosas y también desagradan al Señor.
Ahora, que nadie en esa cultura, o que la mayoría en esa cultura, no lo perciba así no significa que eso es bueno.
Claro. Entonces, ¿cómo saber cuándo debemos adaptarnos culturalmente, ser sensibles culturalmente, pero cuándo mantener una postura firme entendiendo que eso es pecado?
No porque mi cultura lo dice, sino porque la palabra de Dios lo dice.
Justin Burkholder:
Sí. Eh, no sé, o sea, yo llevo la mayoría de mi vida viviendo fuera de la cultura de mi pasaporte. No soy, como dirían por allá, “ni fu ni fa”; o sea, no soy ni una ni la otra.
A la vez, yo creo que esa inquietud es una con la que yo lucho a menudo. Yo percibo ciertas cosas en las interacciones de mis hermanos donde yo digo: “Hermanos, yo creo que hay aquí un punto ciego que ambos de ustedes lo toleran porque culturalmente es aceptable, pero yo no sé si el hecho de que ustedes lo toleran significa que Dios lo tolera, porque yo no creo que Dios ha bendecido la totalidad de cualquier cultura”.
Entonces, yo creo que lo que esto requiere es, uno, una constante dependencia de Dios y aprendizaje de las Escrituras. Lo que yo quiero es empapar mi alma con lo que dicen las Escrituras, porque ellas son el estándar de Dios, y es muy fácil ceder ante el estándar cultural.
Y, por lo tanto, necesito yo tener claro cuál es el estándar de Dios. Pero aunado a eso, yo necesito en mi vida hermanos y hermanas de otras culturas que me ayuden a ver las Escrituras mediante ojos completos y no simplemente ojos truncados por mi propia cultura.
Entonces, en la medida en la que yo me empapo de las Escrituras, en la medida en la que yo tengo hermanos y hermanas en Cristo quienes son maduros en su fe y me pueden ayudar a ver estas otras cosas, en esa medida va creciendo mi discernimiento para poder identificar cuándo es una conducta: “Simplemente así funciona en esa cultura y qué bonito”, o cuándo es una conducta contradiciendo la ley de Dios, lo que Dios ha establecido.
Y sí, o sea, yo creo que eso solo viene con tiempo, con madurez y con amistades y relaciones multiculturales que ya nos permiten, en la medida posible, ver la vida y ver las Escrituras con ojos más robustos, más completos, en ese sentido.
David Puerto:
Sí, hay cosas que podemos decir, simplemente son diferentes. No estamos hablando de algo bueno o algo malo. No le estamos poniendo peso moral a eso; solo que, culturalmente, son asuntos diferentes.
Por ejemplo, pensemos en la resolución de conflictos. En el Nuevo Testamento nosotros vemos, y en el Antiguo también, vemos conflictos que se desarrollan y vemos a los creyentes lidiando con esos conflictos. Algunos de estos conflictos incluían pecado, pero otros eran conflictos normales.
Ah, vemos en Hechos capítulo 6 que la iglesia está lidiando con las viudas griegas y esta distribución de la comida, y vemos un conflicto que surge y vemos una solución también.
Ah, pero la resolución de conflictos se ve diferente desde diferentes culturas. Eso no necesariamente es malo. Ahora, sí podemos caer en patrones pecaminosos al no resolver conflictos o resolver conflictos de una manera equivocada.
Ah, entonces creo que, como decía Justin, el ir a la palabra, el tener la palabra como como norma de vida, como nuestra pauta y como nuestro alimento, nos va a ayudar entonces a discernir.
Sí. ahora necesitamos mucho la guía del Espíritu Santo para cosas muy puntuales.
Justin Burkholder:
Y yo creo que es ahí donde esta vida transcultural—realmente la forma en la que yo más he cambiado, por decirlo así—es que soy mucho más lento para juzgar conductas, situaciones, vidas, personas, porque por más que vivo en otras, entre otras culturas, me doy cuenta que mi punto de vista es solo eso. En muchos aspectos, es mi punto de vista.
Eh, eso no quiere decir que no. La palabra de Dios es muy clara en muchas cosas, pero hay también otras cosas que yo estoy leyendo y entendiendo desde mi punto de vista, y yo necesito esa humildad de ser aprendiz constante y seguir aprendiendo.
Y yo creo que esa vida multicultural, de mis cambios más profundos, ha sido esa lentitud de decir: “No voy a llegar aún a una conclusión, quiero seguir aprendiendo, seguir escuchando”.
David Puerto:
Creo que fue Thomas Watson que dijo: “Dios nos ama como somos, pero nunca nos deja como estamos.” Y la vida transcultural tiene sus propias complejidades.
Tal vez para ir cerrando, Justin, podemos hablar un poquito del choque cultural, porque este es un tema muy importante. Ya sea viajes de corto plazo o un ministerio transcultural a largo plazo, vamos a experimentar este choque cultural, diferencias.
Ah, brevemente, ¿cómo describirías el choque cultural y cómo el Señor nos ha dado herramientas espirituales que nos ayudan a crecer en medio de experiencias como choque cultural?
Justin Burkholder:
Pues yo creo que el choque cultural,, muchos lo han descrito como la pérdida de tu mapa mental. Ahora, lo que va eso es: todos nosotros, nuestro cerebro por naturaleza aprende y memoriza ciertas cosas y los hace predecibles para que nosotros no tengamos que estar pensando en todas esas cosas siempre. O sea, nuestro cerebro es eficiente.
Entonces, nosotros aprendemos cómo ir a hacer compras en el súper, aprendemos cómo hacer una cita en el médico, aprendemos cómo salir con amigos, aprendemos estas cosas y no las tenemos que memorizar per sé. Nuestro cerebro se encarga de mantener, almacenar esa información y ahí se queda.
Cuando te vas a otra cultura, toda esa información que has almacenado no sirve. El mapa mental que has aprendido para navegar toda la vida ya no existe. Entonces, estás como si estuvieras en una ciudad nueva sin un mapa, intentando manejar. Y eso es ese choque: decir, “Yo sé… yo pensé que sabía cómo hacer compras en el súper”. O sea, uno se siente inútil, se siente tan pequeño como un infante otra vez, porque las cosas tan básicas de la supervivencia humana de repente son complejas porque no tengo desarrollado el mapa mental con las cosas básicas.
Y luego aún a cosas más complejas como las relaciones interpersonales, la resolución de conflicto, la confrontación, el recibir retroalimentación… o sea, esas cosas ya son otro mapa mental y tarda tiempo en obtenerlo.
Y luego lo que suele suceder para muchos es lo que llaman un choque cultural inverso. Cuando ya regresan a su país, a su cultura de pasaporte, el mapa mental que ahora ya se adaptó aquí ya no sirve, ya no sirve acá. Entonces, en ese proceso también…
David Puerto:
Regresas como una persona diferente.
Justin Burkholder:
Precisamente.
David Puerto:
Y tu contexto no ha cambiado tanto.
Justin Burkholder:
Exacto. Y en ese proceso Dios pues nos humilla mucho. Y ahí es donde aprendemos a depender de él.
David Puerto:
Este tema da para muchísimo más.
Justin Burkholder:
Mucha tela que cortar, si.
David Puerto:
Sí, pero en TEAM Latinoamérica queremos desarrollar herramientas para ayudarles a aquellas personas que tienen aspiración del ministerio transcultural, a que puedan ser capacitados, entrenados, mejor preparados para salir al campo misionero.
Así que estamos para servirles. Y esperamos que estos temas, aunque breves, estén siendo de bendición para sus vidas y hablando del cambio para su propio crecimiento personal y su caminar con Cristo.
Nos vemos en una próxima entrega y que el Señor les bendiga.