Podcast: ¿Qué es TEAM? Con Justin Burkholder y David Puerto

En este podcast, David Puerto y Justin Burkholder conversan sobre TEAM, una agencia misionera que envía obreros globales para predicar el evangelio. Justin comparte su historia y su papel como director internacional de TEAM.

VIDEO

PODCAST

Transcripción:

Bienvenidos a este espacio donde charlamos con amigos acerca de la misión de Dios. Yo soy David Puerto, su anfitrión, saludándoles desde Guatemala, y este trabajo es un esfuerzo de TEAM Latinoamérica. Y en un momento vamos a hablar un poco más de TEAM. Hoy nos visita en este espacio Justin Burkholder. Justin, bienvenidos aquí a TEAM Latinoamérica.

—Muchas gracias, David. Esto obviamente me emociona un montón y es un privilegio poder estar aquí presente.

—Fantástico. Pues TEAM es una agencia misionera que colabora en el envío de obreros, obreros globales, para predicar el evangelio a todas las naciones. Pero antes de hablar de TEAM, me gustaría que nos hablaras de ti. ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? Hablas un español un poco raro, explícanos un poco por favor tu historia de vida.

—Sí, seguro. Pues mi historia es un poquito aburrida, pero yo soy hijo de misioneros. Entonces, yo crecí en Ciudad de México, puro chilango. Me gustan los tacos al pastor y todas las delicias de la comida mexicana, de la cocina mexicana. Cuando tenía un año y medio, mis papás se mudaron a México con el fin de plantar iglesias. Entonces, desde niño, se me inculcó un amor por el ministerio transcultural y por el discipulado, por la plantación de iglesias. O sea, una visión de una vida entregada precisamente a la misión de Dios. Entonces, desde niño no me podría escapar de este mundo, o sea yo crecí en este mundo.

Al estudiar, estudié teología y estaba sirviendo en una iglesia como pastor de jóvenes en los Estados Unidos cuando me casé con mi querida esposa Jenny. Y ella estudió español y era maestra de español en los Estados Unidos. Los dos empezamos a considerar qué íbamos a hacer con estos recursos, estos talentos que Dios nos ha dado de idioma, de cultura y lo demás. Entonces, hace 11 años, el Señor en su misericordia nos trajo aquí a Guatemala, donde hemos servido en varios diferentes tipos de ministerios, principalmente en servicio y edificación de la iglesia, en desarrollo de liderazgo y en movilización de la iglesia hacia la misión aquí en Guatemala y también hacia las naciones.

Y pues, estoy asumiendo el cargo ahorita de director internacional de TEAM, la agencia misionera a la que nosotros pertenecemos y con la que nosotros salimos de los Estados Unidos para venir y servir aquí en Guatemala.

—Bueno, antes de entrar también a hablar de TEAM, que esto es algo que realmente me entusiasma, tienes tres hijas, ¿verdad?

—Muy buen punto.

—Sí, pero, ¿dónde nacieron ellas?

—Pues las tres nacieron aquí en Guatemala, entonces ellas están teniendo una experiencia muy parecida a la que tuvo su papá. Nuestra casa es una experiencia multilingüística, hay palabras que solo sabemos en un idioma o el otro. Entonces siempre estamos viviendo esa experiencia de tercera cultura. Pero sí, las tres nacieron aquí en Guate.

—Yo creo que Dios nos ha bendecido aquí en Guatemala con tenerte a ti y a tu familia. También, al mismo tiempo, Dios ha estado obrando en todos estos años, dándote la oportunidad de ministrar aquí en Guatemala pero también teniendo contacto en un montón de contextos, no solo en América Latina sino en diferentes partes del mundo. Eres el director internacional de TEAM, ¿qué significa eso para ti?

—Sí, pues aún lo estoy descubriendo, pero una de las cosas que, como digo, de haber crecido en este entorno donde la misión de Dios era el motivador principal en nuestra vida, era imposible para mí no empezar a pensar en cómo puedo derramar mi vida para esto. Poco a poco el Señor me fue dando oportunidades de proveer más liderazgo dentro de TEAM, no con el deseo de asumir más liderazgo sino de ver a Cristo proclamado donde no ha sido conocido, donde no es seguido, donde Su Reino no es vivido y experimentado. Para mí, el deseo principal de mi corazón ha sido derramar mi vida para la misión de Dios y, por el momento, eso ha significado poder proveer los pocos o muchos dones que el Señor me ha dado para ver que una comunidad de personas entregadas a esta misión puedan verdaderamente, eficientemente y fructíferamente ver el evangelio proclamado donde no se ha conocido. Para ser el director internacional de TEAM implica realmente servir a esta gran comunidad de personas. Somos alrededor de 600 obreros en 45 diferentes países, servir a esta comunidad para que esta comunidad pueda seguir, por el tiempo que el Señor nos permite, proclamando el evangelio viendo iglesias establecidas en diferentes partes del mundo donde aún no está.

—Muy bien. Yo creo que eso da un excelente contexto. Ya comenzaste a responder la pregunta ¿Qué es TEAM y qué hace? Pueden visitar la página web, team.org, pero TEAM en resumen existe para asociarse con la iglesia global para enviar discípulos que hagan discípulos y establezcan iglesias misionales para la gloria de Dios. Cuéntanos un poco, ¿cómo nace TEAM? ¿Tiene pocos años, muchos años? ¿Dónde nace?

—Una de las cosas fascinantes y parte de la razón por la que quería darme a una organización como TEAM es porque tiene ya más de 130 años en existencia. De hecho, nuestro fundador, Frederic Fransen, era amigo de D. L. Moody y era un contacto de Hudson Taylor. Cuando Hudson Taylor hizo el llamado para enviar obreros a China, Fredrick Fransen dijo «Bueno, yo me apunto con 100» y se dedicó a empezar a movilizar a diferentes personas para ser enviados a China.

—Estamos hablando de 1890, finales del siglo XIX. Increíble la manera en la que Dios ha sostenido y bendecido esta obra. Más de 130 años enviando obreros a diferentes lugares. Hay países donde TEAM ha estado por casi todo ese tiempo. Recientemente tuve la oportunidad de visitar lo que antes era Suazilandia, Eswatini, donde TEAM ha estado desde 1893. Tres años después de su fundación ya había misioneros en el sur de África. En 1905 o 1906 había obreros en Venezuela y Colombia. Entonces, TEAM tiene una historia muy larga de este deseo pionero para el evangelio de ver el evangelio penetrar los lugares de oscuridad espiritual y ver el evangelio proclamado, iglesias establecidas, discípulos hechos. TEAM en ese sentido es una agencia misionera. Una agencia es como un intermediario entre la iglesia y el obrero. Las agencias misioneras lo que haces es colaboran y sirven a las iglesias, creyendo que es la iglesia de Jesucristo la que ha sido llamada a esta misión, sirven a las iglesias proveyendo su expertis, su conocimiento, las cosas que han aprendido a lo largo de los años para poder ayudar a esas iglesias a enviar obreros a donde sea que el Señor los está llamando. En muchos casos, las iglesias locales no tienen el conocimiento de cómo adquirir una visa, cómo aprender el idioma, cómo aprender la cultura, cuáles son los riesgos y retos a su seguridad. Entonces, organizaciones como TEAM pueden ayudar a esas iglesias y brindar un suite de servicios, incluyendo la supervisión y el cuidado de estos mismos obreros junto con la iglesia que los envía. TEAM hace eso, como mencioné, para unos 500 obreros que están alrededor del mundo en 45 diferentes países y tenemos también staff de unas 100 personas en diferentes lugares.

—He escuchado este argumento o esta idea de que si la iglesia local estuviera haciendo lo que tiene que hacer, no se necesitarían organizaciones misioneras, agencias misioneras o seminarios bíblicos o centros de entrenamiento porque la iglesia tiene que hacer eso. ¿Qué responderías tú a ese tipo de argumento o idea?

—Quizás muy bruscamente, quien lo dice nunca ha pastoreado una iglesia porque las demandas de una iglesia son tantas que uno no puede ser experto en absolutamente todo. Nosotros podríamos decir lo mismo acerca de los seminarios o de otros centros de capacitación ministerial, pero todos estamos trabajando en nuestras iglesias con un tiempo limitado y con necesidades muy particulares dentro de nuestra congregación. Entonces, los siervos de la iglesia, los líderes de la iglesia, tienen que estar respondiendo ante esas necesidades y no pueden volverse expertos en la movilización multicultural de la gente, no pueden volverse expertos en cómo mover finanzas para proyectos de un país a otro, de los riesgos legales que puedan perjudicar a un obrero que está en otro país. Entonces no son necesarias, pero yo creo que es la gracia común que Dios nos da de poder desarrollar otras herramientas que complementan el trabajo que hace la iglesia en diferentes lugares. Nosotros como agencias misioneras tenemos años de estar aprendiendo cómo hacer este movimiento de personas de un país a otro, cuáles son las implicaciones migratorias, legales, financieras para estas personas y estamos actualizados al día en todos esos temas. Podemos proveer el entrenamiento y la capacitación a los obreros antes de que ellos vayan con todo el conocimiento adquirido que el Señor nos ha permitido obtener en estos años. Entonces si son necesarias, quizás en un aspecto muy purista no, el apóstol Pablo no tuvo una agencia misionera, el apóstol Pedro no tuvo una agencia misionera. Se puede hacer, pero solo porque se puede hacer no significa que es lo mejor. Se estaría desaprovechando un increíble recurso al no querer obtener o adquirir el conocimiento y la experiencia que organizaciones que han aprendido a lo largo de los años puedan brindar a las iglesias en el envío de sus obreros.

—Claro. Vemos en Hechos como la iglesia en Hechos capítulo 13, la iglesia en Antioquía ora por los misioneros, por los obreros, los envía, particularmente a Pablo y a Bernabé. Entendemos entonces que la iglesia es el ente que envía obreros para la cosecha, pero si usamos una metáfora, la agencia misionera es un puente que la iglesia usa para enviar a sus misioneros al campo, que estén bien preparados, bien capacitados y que haya una expectativa versus realidad correcta en el envío de misioneros.

—Sí, y yo creo que una de las dinámicas es que ha habido muchos obreros enviados a lo largo de los años sin la preparación y el acompañamiento necesario y a menudo el costo ha sido muy alto. Las agencias misioneras proveen recursos para evitar los dolores que obreros de una generación pasada tuvieron que pagar. Con el conocimiento y el aprendizaje adquirido podemos evitar a veces dolores y sufrimiento innecesarios.

—Tú que conoces nuestro contexto aquí en América Latina. La iglesia en América Latina no tiene muchos años en esto. TEAM tiene ya 130 años de hacer esto de enviar misioneros y aquí en América Latina se han enviado misioneros desde hace 50 años, tal vez un poco más, no conozco mucho esa parte de la historia, pero en 1987 fue el primer congreso misionero iberoamericano en Sao Paulo, Brasil. Se reunieron un grupo de 3,000 hermanos y hermanas de diferentes países de todo Iberoamérica, no solo del continente, vinieron gente de Portugal, de España, de otros lugares. El mensaje que se transmitió en ese evento fue de campo misionero a fuerza misionera, pero estamos hablando de 37 años. Por decirlo de alguna manera, somos un movimiento misionero muy joven. Entonces, ¿qué rol crees que la iglesia latinoamericana puede desempeñar en la tarea que nos encomendó el Señor Jesucristo? Porque Jesús le dijo a sus discípulos, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, pero claro, esa comisión también es para nosotros, la recibimos nosotros como iglesia. ¿Qué rol puede jugar un movimiento misionero relativamente joven en comparación con otros movimientos misioneros de la historia en la actualidad de la misión?

—Sí, y sin menospreciar las obvias diferencias culturales que pueden existir entre una iglesia en el occidente y una iglesia en América Latina o en algún otro lugar. Yo creo que el legado misionero le pertenece al pueblo de Dios, no necesariamente a la región de donde originó. Como iglesia de Jesucristo, nosotros tenemos 2000 años de experiencia de envío misionero, hemos estado participando en esto y sabemos que el evangelio no le pertenece a nadie, no hay alguien que es dueño para estar repartiendo y decidiendo quién lo recibe y quién no lo recibe. Todos somos siervos de la misión que le pertenece a Dios y estamos participando en ello. Yo diría, por un lado, la iglesia en América Latina lo que puede contribuir es lo mismo que el pueblo de Dios a lo largo de los siglos ha contribuido: fidelidad a la misión, sacrificio y sumisión para ver el mensaje dado por Dios para el bienestar y bendición de las naciones. Puede y debe participar la iglesia de Jesucristo donde sea que se encuentra en esa misión.

Con eso dicho, hay ciertos aspectos prácticos que se aprenden al ir practicando, especialmente este movimiento transcultural. Pero también creo que la iglesia en el occidente que ha participado en esto por mucho tiempo no lo ha hecho siempre como debería. Hay prácticas que han sido más acerca de la multiplicación de ciertas ideologías o culturas de la iglesia en el norte y no necesariamente de una transmisión pura del Evangelio. La iglesia en América Latina tiene la oportunidad de contribuir su reflexión de cómo ha sido para ellos la experiencia de recibir a estos otros obreros, de cómo se podría mejorar el proceso de recibir y de contextualizar el mensaje del evangelio con toda la experiencia que tienen. A la vez, muchos de los lugares aún no alcanzados son lugares donde pasaportes de Europa y los Estados Unidos no son tan aceptados, y hay un enorme potencial de creyentes en América Latina. El crecimiento de la iglesia en América Latina en los últimos 100 años ha sido enorme, de tal manera que el potencial de obreros es enorme y los lugares aún no alcanzados son también enormes. Lo más probable es que estos lugares no alcanzados no podrán ser alcanzados por los países que en los últimos 100-150 años han estado participando agresivamente en la misión. Hay una oportunidad hermosa que se está presentando al mundo mayoritario de tener acceso a ciertos lugares donde otros hermanos y hermanas de la iglesia no tienen acceso. Hay beneficios que tiene la iglesia en América Latina de poder entrar a estos lugares difíciles y duros y no alcanzados que no tienen otros. En muchos lugares hay similitudes culturales que son muy diferentes de alguien que viene de Norteamérica o de Europa. La iglesia en América Latina tiene una contribución enorme y la capacidad de asimilarse en otras culturas a menudo es más alta de lo que es para alguien del mundo occidental. La facilidad de asimilarse y participar activamente en la evangelización en estos lugares a menudo el creyente latino está mejor posicionado para hacer eso. Además, hay un aprendizaje adquirido que tiene el creyente latino de su experiencia de vida, su experiencia geopolítica, su experiencia económica, todas las diferentes experiencias a menudo le pone en un plano distinto para poder entrar a algunos de estos países. Creo que Dios ha venido preparando para sí mismo un pueblo idóneamente posicionado para llevar el evangelio a estos lugares no alcanzados en lugares como América Latina y tiene una contribución enorme que pueden hacer a la misión de Dios.

—Es interesante lo que mencionas porque viene a mi mente nuestra propia historia, la propia historia de América Latina, que hemos sido países conquistados por siglos. Pero no es diferente en otras regiones del mundo que tienen poco o ningún acceso al evangelio. Creo que eso nos pone en una posición de servicio y de comprensión ante los demás. Gracias por resumir muchos pensamientos de cómo la iglesia latinoamericana puede participar en la misión de Dios a lo largo de los años.

—Si puedo decir una última cosa, creo que aún hay mucho aprendizaje que la iglesia estadounidense y la iglesia europea necesitan obtener y que lo podrían obtener de la iglesia latina. Creo que hay conocimiento y aprendizaje que nos va a enriquecer a todos porque nadie es experto en misión, nadie es experto en evangelización. Hay una riqueza de hermosura en la medida que empezamos a conocer más la diversidad del pueblo de Dios y la diversidad de su involucramiento en misión. Todos vamos a enriquecernos y creo que todos a final de cuentas mejoramos y se incrementa la gloria dada a Dios y el gozo que obtiene el pueblo de Dios cuando más personas y más poblaciones se involucran en esta misión.

—Conectando con lo que hablamos al inicio de qué es TEAM y qué hace, a qué se ha dedicado por años y años, décadas y décadas, y también este tema de la iglesia latinoamericana, ¿qué sigue para TEAM en este sentido? ¿Cómo puede TEAM servir a la iglesia latinoamericana y no solo a Latinoamérica, sino también en África, Asia, donde hay una iglesia creciente? ¿Cómo TEAM quiere, puede y va a servir a la iglesia global para que juntos podamos sentarnos a la mesa y hablar de la misión de Dios y llevar el evangelio a otros lugares?

—Yo creo que una de las cosas que nos importa mucho es que agencias como TEAM han ejercido control sobre quién está en la mesa y eso tiene sus beneficios, ha sido altamente controlado, evitando ciertos riesgos, pero a la vez carecemos de voces que pueden enriquecer mucho la conversación. Para nosotros, una de las cosas que nos importa mucho ahora es ir y sentarnos en las mesas de otros y ver traer nuestra caja de herramientas y ver si hay algo que le sirve a esta mesa de otros movimientos de envío. En lugares como América Latina, tenemos a personas como tú que de parte de TEAM pueden ir y sentarse con iglesias en América Latina y tener acceso a todas las herramientas que tiene TEAM y simplemente brindarles lo que nosotros tenemos, si es mucho o poco, ofrecernos como siervos de estos movimientos en la iglesia global. De la misma manera que lo hemos hecho por años en los Estados Unidos y Canadá, hemos sentado a la par de iglesias y dicho «¿Qué necesitan y cómo podemos servirles en movilizar obreros a las naciones?». Ahora el Señor en su misericordia está permitiendo que nos sentemos en otras mesas. Eso nos va a enriquecer, significará nuevas herramientas, nuevos aprendizajes, nos daremos cuenta de que algunas de nuestras herramientas ya no sirven, son tan viejas que mejor las dejamos atrás. Al final de cuentas, nosotros nos ofrecemos como siervos de la obra de Dios en la iglesia global con la urgencia de ver el evangelio proclamado donde aún no se ha conocido. Si tenemos este legado, esta historia y este aprendizaje, ¿por qué retenerlo? ¿Por qué guardarlo? Mejor de lo poco o mucho que tenemos, regalárselo a la iglesia global y decir «En lo que les podamos apoyar estamos para servir el movimiento de obreros, de discípulos de Jesucristo para proclamar el evangelio donde aún no se conoce».

—Gracias, Justin, por compartirnos tu corazón y el sentir de TEAM. Como para ir cerrando, como director internacional de TEAM, ¿qué palabras de ánimo le darías a la iglesia latinoamericana y a un joven de tu propia iglesia en la Ciudad de Guatemala, una iglesia en Bogotá, una iglesia en Buenos Aires?

—Diría que lo más valioso que se necesita para participar en misión global es la presencia del Espíritu Santo en nosotros, y lo tienes. Otros recursos, Dios va proveyendo los recursos para su misión, pero es la presencia del Espíritu Santo la que nos capacita para participar en esta misión. No tienes que tener pasaporte de cierto país, ser de cierta etnia o clase social, nada de eso. A lo largo de la historia de la expansión de la iglesia encontramos una tremenda diversidad de obreros fructíferos en la misión de Dios. ¿Por qué son fructíferos? No por sus recursos, clase social o etnia, son fructíferos por la presencia del Espíritu Santo. Eso diría, y también diría que Jesús vale la pena. Que él sea conocido, abrazado, amado y proclamado vale la pena. Él es digno de la entrega de toda nuestra vida, de todo lo que tenemos, y encontraremos un día junto con él. Hasta ese momento, que su nombre esté sobre nuestros labios y que intencionalmente vayamos a proclamar su nombre donde no es conocido.

—Amén. Gracias. Marcos 16:15 dice «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura». Esas palabras también son para la iglesia latinoamericana. Así que TEAM Latinoamérica existe para acompañar, ayudar y servir a la iglesia en América Latina para enviar obreros a todas partes del mundo para que prediquen el mensaje del Evangelio de Jesucristo. Estamos aquí para servirles, caminar juntos y ver a Cristo glorificado entre las naciones. Que el Señor les bendiga y nos vemos en una próxima entrega de TEAM Latinoamérica.