El núcleo de nuestra misión: hacer discípulos
Hacer discípulos no es estrategia; es obediencia al Rey Jesús con su poder, su presencia y para su gloria.
Hacer discípulos no es estrategia; es obediencia al Rey Jesús con su poder, su presencia y para su gloria.
Del milagro de la salvación al impacto misionero: el evangelio transforma y se multiplica, aún en medio de oposición.
Dios te bendice para que otros le conozcan, le teman, le adoren y se alegren en Él. ¡Sé parte del plan que lleva Su luz al mundo!